E-Book TÚ, QUE OCULTAS Y REVELAS | Novela

Puedes disfrutarlo también en formato impreso

"Al principio había sólo Uno, y aparte de Uno nada, que es Cero. Y Uno creó en sí un algoritmo, un código de programación de menos de seis mil sentencias, hábil para ejecutar y poner en funcionamiento multitud de Universos. Al ser ejecutado, el programa produjo también una versión legible y narrable de sí mismo, y otras, manifestables de otros modos. Imagínate: es como que tienes en frente un código QR y claro, no entiendes nada, hasta que el traductor de QRs que llevas en el teléfono te escribe en palabras lo que no podías leer en la matriz. La versión legible del Programa Unificado se llamó Toráh תורה , que da lugar a Teoría, y se traduce humildemente por Enseñanza. Y claro está: fue lo primero creado jamás".

Así comienza nuestro viaje. Y entonces: El Creador Uno separó a los hombres de Babel en 70 pueblos, culturas, naciones. Lo hizo tal que cada uno de ellos recibe luz y vitalidad de una de las 70 facetas de la Toráh, y cada nación es gobernada por un Ministro de lo Alto, un ángel que se llama como ella. Todos los pueblos saben de Dios, y todos los pueblos rinden culto a sus Ministros celestiales. No así Israel, a quien ningún ángel está atento. ¿Qué tuvo que ver con ésto y sus consecuencias el Parlamento Universal de Desarrolladores de Religiones?

--

"Enseñan sabios de la Cabaláh que el tikún-enmienda completo de toda persona requiere que, en alguna etapa, en alguna vida, llegue a apegarse al corpus completo de la Toráh. Intuyo que su intención no es que todas las personas de todas las culturas se apeguen a la Toráh tal como la conocemos hoy, en la formulación que específicamente Israel recibió de ella (y en todo el desarrollo exegético y normativo subsiguiente), sino faces distintas de la Toráh, connaturales a las distintas índoles y culturas de la gente."

* Una nota al pie de mi libro EsaBiÉl, que por puras ganas de explicarse, acaso dio lugar a esta novela.